El valor impagable de la duda (Guatemala)

Se puede escribir bien. Se puede escribir mal. Se puede escribir mal sin saberlo y, también, se puede saber que se escribe mal. Y entonces, antes de actuar, llega, legítima, la duda. ¿Era con ce o era con ese?


En Guatemala, Mª Andrea Miranda, Isaías Morales y Luis Orozco (desde aquí las gracias) han hecho notar que falta la tilde a la última palabra del letrero, que es aguda y terminada en ene. La indulgencia con las mayúsculas es amplia y la pluralidad lingüística del país, en mi opinión, atenúa la situación puesto que no garantiza que el español sea lengua materna de nadie. Pero la anotación es correctísima.

Sin embargo, o además, la decisión que en un momento de duda llevó al rotulista a no escribir (o a no corregir) ni ce ni ese son un hito en este compendio ortográfico callejero que ya va acercándose al cuarto año. Esa ausencia quizás sea un olvido. Mientras la balanza se decanta, esa duda también es lucidez, conciencia. Y mientras haya conciencia será que vamos bien.

Brillante.