El peligro de un acento por si acaso (preventivo)

Me han compartido una foto muy interesante para reactivar el blog tras el verano. Esperemos que estas patrullas lleven poco tiempo circulando, porque si no la cosa es grave. Más grave. Por un momento pensé que era una corrección mal hecha de algún acentuador voluntario despistado, pero luego vi que no.


La foto circula ya por Facebook, está tomada en Mulegé, en el estado mexicano de Baja California Sur, y aunque me ha llegado por otra fuente el cazador atento responde al nombre de Pablo Suárez.

No es la primera vez que veo un acento así. Cuando sucede, imagino que alguien mandó poner una tilde faltante. Y antes de llamar burro a nadie únicamente me pregunto si es posible cumplir órdenes sin detenerse a pensar tan poco. ¿Será miedo a cuestionar las órdenes del jefe? ¿Miedo a preguntar cuál es la grafía correcta? ¿O un despiste garrafal (con un poco de apatía)? Espero que los señores de a bordo sean más cuidadosos a la hora de sancionar y con un poco de amor propio cambien la tilde de lugar. No sea que les vea el jefe.